Será fácil, dijeron ... Será divertido, dijeron. Bueno, déjame decirte que estaban equivocados. Fue lo más difícil/emocionante que hemos hecho en mucho tiempo.
Pero tenian razon de la parte divertida. Jajaja
¡Este es el Volcán de Agua, una enorme bestia de 3,760 metros de pura locura! Ahora, antes que me digas que es algo facíl escalarlo, siéntete libre de tomar tu mochila y hacer la caminata. Estoy seguro de que nunca volverás a hablarme. Jajaja jk. Todo comenzó con una simple conversación en un café. “¿Por qué no viajamos más?”, Nos preguntamos a nosotros mismos ya un amigo nuestro. De repente, nació la idea de escalar un volcán en Guatemala. Comenzó la aventura y poco a poco se fueron sumando otros amigos. El día esperado se acercaba cada día más y nuestro grupo (8 en total) estaba emocionado y nervioso. Nuestro proceso de pensar era el siguente, somos jóvenes y fuertes, "¿Cómo no podremos escalar este volcán?" Y así fue que llegó el día de la cumbre y empezamos por el sendero sin saber en qué nos habíamos metido.
¡Las primeras dos horas fueron geniales! Íbamos a buen ritmo. Pero después de un tiempo comenzamos a darnos cuenta del gran desafío que teníamos por delante. Los periodos de descanso empezaron a llegar con más frecuencia y nos estábamos cansando.
Saben, cuando estaba caminando y sentí el dolor en mis piernas, comencé a pensar… ¿Por qué permite Dios el dolor? "Aagh, vamos JD, no seas tan ingenuo", podrías decir. Pero en serio, ¿por qué es el dolor una especialidad en el menú de Dios para nosotros? Hablaremos más sobre esto más adelante ...
¡Después de un tiempo, el cansancio era insoportable! Pero motivados por las ganas de llegar a la cima y por el amigo que tenías a tu lado, continuamos nuestro camino hacia la cumbre. Siete horas después, agotadoras mentalmente y físicamente, ¡llegamos a la cima! Ahhhh y qué alegría fue llegar allí. Puede que esperes que te diga que la vista era increíble cuando llegamos, pero desafortunadamente las nubes estaban bloqueando nuestra vista. Estábamos un poco decepcionados porque esperábamos ver el hermoso paisaje abajo, pero Dios tenía otros planes.
Después de instalar el campamento dentro del cráter, decidimos ver la puesta de sol desde el punto más alto del volcán. Fue una ÚLTIMA CAMINATA de 10 minutos hasta el lugar, pero déjame decirte que esos fueron los 10 minutos más difíciles de la caminata. Nuestros cuerpos anhelaban calor y descanso, pero sabíamos que teníamos que ver la puesta de sol. Esta fue la mejor decisión que pudimos tomar.
Dios quiere enseñarnos algo a través de las cosas dolorosas que atravesamos. Nos motiva a seguir caminando, a seguir empujando. Un paso a la vez. Incluso si cada paso duele, Él te da este deseo de que tienes que llegar a la cima. Porque la recompensa que te espera vale cada paso que tuviste que dar para llegar allí. Es por eso que Dios permite circunstancias dolorosas en nuestras vidas. Él quiere que sigamos caminando, paso a paso hasta que alcancemos esa VISTA perfecta.
Cuando llegamos a la cima ese día, todo lo que queríamos hacer era acostarnos y descansar. Es una experiencia humillante sentirse tan débil. ¡Pero descubres que para ver esa vista perfecta, debes caminar aún más! Esta es una lección perfecta para nosotros como cristianos. Cuando te sientes más débil y crees que no puedes dar más, Dios te pide todo (como lo dio todo por ti) te pide esa ÚLTIMA CAMINATA. ¡Y déjame decirte que aunque duele como nada antes, el resultado final es fascinante y vale la pena!
Dejaré que las imágenes hablen por sí mismas.
El amanecer fue igual de magico!
Todavía estan aquí!! Pues aquí van unas fotos de bono ;)
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